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Además de una vital concienciación social que impulse entre los ciudadanos el uso de bicicletas o del car sharing, también es muy importante la inversión en el desarrollo de proyectos que potencien la movilidad sostenible en el transporte público. ¿Pero en qué consiste exactamente la sostenibilidad en el ámbito de la movilidad?
El concepto de “desarrollo sostenible” apareció por primera vez en el Informe Brundtland, elaborado por diversos países a finales de los años ochenta, con varios objetivos, entre los que se incluía la conservación de la Tierra. En el susodicho informe se definía este tipo de desarrollo como
"Aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones."
Este concepto de sostenibilidad, aplicado a la movilidad urbana, consiste en crear una red de transporte público que se sustente en estos tres pilares:
- El mantenimiento de la calidad de vida de los ciudadanos.
- La promoción del desarrollo económico.
- La preservación del medio ambiente.
En España se han desarrollado durante los últimos años diversos proyectos relacionados con este tema. Os contamos dos de los más interesantes.
Proyecto Victoria
El proyecto Victoria (Vehicle Initiative Consortium for Transport Operation and Road Inductive Applications), implementado en Málaga en 2013, es una iniciativa pionera en España, que forma parte del plan municipal de convertir esta ciudad andaluza en una Smart City.
El objetivo: utilizar un autobús eléctrico que cubra el recorrido de la línea 16 de autobuses, la cual atraviesa la ciudad en paralelo a la costa. Lo más innovador de este prototipo de movilidad sostenible es que cuenta con un sistema de carga triple. Es decir, por las noches se recarga de manera convencional, y a lo largo del día lo hace mediante dos sistemas: un carril de recarga inductiva dinámica, que permite al vehículo recargarse en movimiento y sin necesidad de utilizar cables, y una estación de recarga inductiva estática (donde se realizan recargas parciales).
El primero de ambos es, sin duda, el aspecto más innovador de este proyecto: poder recargar un vehículo eléctrico mientras se mueve es todo un avance en el campo de la movilidad urbana sostenible. Se trata de un carril bus que cuenta, en diferentes tramos del trayecto, con bobinas conectadas a la red eléctrica. Estas se encuentran aisladas del exterior gracias a unas carcasas estancas fabricadas con hormigón.
El sistema de triple carga ha conseguido que la autonomía de este autobús le permita recorrer hasta diez kilómetros, lo cual amplia de manera considerable la de los vehículos que solamente son recargados en las cocheras. Además, esta tecnología podrá servir como punto de partida para la llegada de nuevas innovaciones que impulsen la electrificación del transporte público en las ciudades.
Proyecto ZeEUS
En 2014 arrancó este ambicioso plan en ocho ciudades europeas (Londres, Glasgow, Barcelona, Pilsen, Estocolmo, Münster, Bonn y Cagliari), con el apoyo de diversas empresas e instituciones nacionales e internacionales, como Eurelectric, Volvo, la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña), la Università degli Studi di Roma, Skoda o Endesa.
Con un presupuesto de más de veinte millones de euros, y respaldado por el 7PM (Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico), el proyecto ZeEUS (Zero Emission Urban Bus System) busca como objetivo principal implantar una red de autobuses eléctricos en Europa, y demostrar su viabilidad económica y el favorable impacto social que supondría la proliferación de este tipo de vehículos en los núcleos urbanos.
El plan ZeEUs de Barcelona cuenta con cuatro autobuses y cuatro puntos de carga rápida, los cuales se encuentran ubicados en las cocheras de la empresa TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona). El sistema utilizado para gestionar los procesos de carga de estos vehículos es realmente innovador: toda esta infraestructura de recarga -desarrollada por Enel- cuenta con contadores inteligentes, y está conectada en tiempo real al sistema de gestión de la movilidad (EMMS), lo que permite a los usuarios de los vehículos eléctricos monitorizar la cantidad exacta de energía que han consumido o buscar -y reservar- una plaza en uno de los puntos de recarga.